Siempre te extraño,
porque me haces recordar el fin,
ese que te hace apreciar el daño
y hace que veas al futuro, como un comodín.
Siempre te busco,
aunque no quiera encontrarte
y tu y yo sabemos por qué.
Ten paciencia, trataré de tenerla también.
Sé que me deseas hace mucho tiempo,
y he sido, para tu mala suerte, escogido.
Aún faltan momentos y no miento,
me queda tan solo un pedido.
Y aunque tenga conciencia que el miedo no sirve,
manipule matemáticamente mi destino,
mi lealtad está en una decisión y no en el amor,
te espero sin fecha, lugar u osadía.