Saboreo la derrota desde lo alto.
Y ahí te veo implorando perdón,
te supliqué misericordia,
y ahora eres tú quien pide una explicación.
Déjame contarte una ilusión,
tal vez eso apacigüe tu traición,
y quieras correr hacia mis labios,
y tal vez, solo tendrás un perdón de Dios.
Sedúceme todo lo que puedas,
conquístame frenéticamente,
engáñate si es lo que quieres,
pero a mi, no me tendrás jamás.
Ya no, y es que aún me amas?
Yo te amo. Lo quieres?
quiero escucharlo, intensamente.
Sedúceme todo lo que puedas.
No habrá un 3, 2, 1 acción!
solo un corazón roto y una canción,
me conoces y sabes mi siguiente paso,
gracias, por si acaso.